27 fuentes que debes evitar en el branding de tu empresa

Las fuentes han sido siempre una gran obsesión en mi vida.  Antes de aprender a leer ya estaba fascinada por las formas de las letras.  Me llamaban la atención y observaba todos los carteles en la calle, tapas de libro, los textos en las cajas de cereales y en las cajas de los juguetes.

Leo todo lo que puedo sobre ellas y puedo pasar horas, días buscando la perfecta para un proyecto.    Para mí, y es mi opinión, la elección de fuentes es la gran diferencia entre un buen y un mal (y vago) diseñador gráfico.  Las fuentes tienen personalidad, actitud, magia.  Pueden provocar sentimientos de aceptación o total repulsión.  Una fuente mal elegida da como resultado un trabajo fallido.

¿Por qué una fuente puede provocar tantas cosas? ¿Hay buenas y malas fuentes? Las fuentes son en sí un arte, reflejan desde la época cultural y política en que se crearon hasta emociones.  Sus líneas, curvas, firuletes y otros detalles hablan de aire, fuerza, elegancia, guerra, educación.  Algunas como Helvética son tan famosas que puedes encontrar posters, chistes, memes, acerca de ellas.  Son como personajes con vida propia. 

En general  jamás voy a decirte que hay malas fuentes, sino fuentes usadas de manera incorrecta. 

La razón de este post es crear un poco de conciencia en la elección de las fuentes para cada trabajo.  NO PUEDE SER  que hay “estudios de diseño” que usan la misma fuente para algo romántico, divertido, elegante, casual, moderno.  Simplemente no puede ser y más cuando se trata de una marca.

Te voy a mostrar las fuentes que en mi opinión no deberías usar en el branding de tu negocio.  ¿Por qué? Puedo darte varias razones:

  • Muchas están sobre usadas. Las han usado tanto y tanto (no por lindas sino por el fácil acceso a ellas… claro, ¡la vagancia!) que han perdido originalidad y eficacia para llevar un mensaje.
  • Son viejas. Con esto me refiero a que muchas de estas fuentes no son ni siquiera clásicas que puedes usar para siempre.  Se volvieron viejas, sirvieron en su momento pero hoy ya no son útiles para la estética actual.  Para mí existe la “Maldición de los 90” ya que parece que esos años se quedaron como un malvado fantasma que ronda todas las áreas de diseño, desde la fotografía, la decoración de interiores y por supuesto el diseño gráfico.  Muchas de las tipografías de esta lista son los más fieles aliados de este fantasma.
  • Están mal hechas. Y como ejemplo tengo que mencionar a Bradley Hand.  Esta fuente me deja sin palabras.  No sé quién es el Bradley pero su mano temblaba demasiado al escribir y la birome era de muy mala calidad.
  • Tu empresa se merece el mejor diseño.

Cuando se propone una fuente para una marca se toman muchas cosas en consideración.  Toda fuente que un diseñador te proponga tanto para el logo o para otros usos debe venir acompañada de una explicación.

Hay miles de fuentes que están disponibles para uso comercial gratuitamente.  Ni siquiera tienes que invertir dinero adicional para tener una fuente que represente correctamente a tu marca. 

Si tienes alguna de estas 27 fuentes en tu marca o en tus comunicaciones ¡es hora de cambiar!

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